Scènes

Festival International Jazz Plaza

Le festival international de La Havane : du jazz sous influence cubaine…


Une fois de plus, le jazz fut l’hôte de la musique cubaine pour cette 21è édition du festival international Jazz Plaza, qui s’est déroulée à La Havane du 16 au 19 décembre.

Fort de ses vingt-quatre années d’existence et sous la présidence du “Maestro” Chucho Valdés, le festival confirme son rôle majeur dans la sphère du jazz latino-américain tant par le niveau technique que par les qualités musicales des artistes invités.

Chucho Valdès et Michel Legrand (X/DR)

Invité d’honneur, le célèbre compositeur et pianiste français, Michel Legrand, a donné le coup d’envoi du festival, qui a démarré sur les chapeaux de roue dans différents endroits de la capitale cubaine. Salles de concerts, théâtres, clubs et espaces à ciel ouvert ont accueilli un public avide de rencontrer la prétendue “musique pour musiciens”. Public dont les applaudissements nourris ont prouvé que sa connaissance du jazz était loin d’être superficielle.

La programmation, confiée à des musicologues et des professionnels de la musique, a permis à des nouveaux venus et à des musiciens consacrés, cubains ou étrangers, d’échanger leurs points de vue dans un esprit de partage, au-delà de toute barrière musicale ou conflit de générations. Hugh Fraser (Canada), Warner Tiso, Victor Biglione et Leo Gandelman (Brésil), Luis Slaina (Argentine), Román Filiú, Aldo López Gavilán, Neysi Wilson, Ernán López Nussa, Habana Ensemble, Carlos Sarduy, entre autres Cubains, furent parmi les plus applaudis. Si on ajoute les concerts de guitare, trompette et piano, chaque journée présentait un tel éventail de spectacles, tous plus intéressants que les autres, que les auditeurs se trouvaient devant des choix cornéliens.

(X/DR)

A côté des concerts, le Jazz Plaza proposait également un colloque consacré à l’analyse théorique des spécificités du jazz à Cuba. Les conclusions du colloque, organisé autour de débats, master-classes, conférences, tables rondes, ont fait la Une des derniers numéros de Salsa Cubana et Clave, deux publications spécialisées dans la musique cubaine.

A mettre au chapitre des souvenirs, des moments mémorables pendant lesquels Chucho Valdés a élaboré de véritables “merveilles”. On ne peut pas non plus passer sous silence les deux concerts à deux pianos de Chucho Valdés et Michel Legrand, ni le gala de clôture, “Hommage à Mayra Caridad Valdés”, spectacle d’un niveau artistique hors du commun et d’une grande émotion, qui vit le public se lever pour une standing ovation.

C’est ainsi que s’acheva le Jazz Plaza 2004, dans une Havane bohème et hivernale qui l’accueille toujours avec les égards dus à l’un des festivals les plus intéressants d’Amérique latine. Loin de tout schéma rigide et avec une grande impulsion créatrice, des idées émergent déjà pour 2005, afin que le jazz reste un terrain de rencontre pour tous ceux qui apprécient et défendent la bonne musique.

Traduit de l’espagnol par Bob Hatteau.

par Yanira Martínez Arango // Publié le 11 avril 2005
P.-S. :

Version originale de l’article :

En La Habana, Festival Internacional Jazz Plaza 2004.

Una vez más, el jazz se convirtió en el anfitrión de la música cubana cuando del 16 al 19 de diciembre tuvo lugar en la Ciudad de La Habana la 21 edición del Festival Internacional Jazz Plaza. Con 24 años de existencia y presidido por el maestro Chucho Valdés, el festival continúa siendo una de las más importantes plazas del jazz en Latinoamérica, avalado por el nivel técnico e interpretativo de los artistas que participan en él.

Con el gran honor de tener como invitado al afamado compositor y pianista francés Michel Legrand, el festival de Jazz de La Habana comenzó a paso “allegro” y de forma simultánea en diferentes lugares de la ciudad. Salas de conciertos, teatros, clubes y zonas al aire libre, fueron destinadas a recibir un público ávido por interactuar con la llamada “música de los músicos”, el que dejó fe con sus aplausos de un conocimiento nada superfluo del género.

La programación realizada por musicólogos y especialistas en música brindó la posibilidad de compartir escenario a figuras noveles y consagradas tanto cubanas como extranjeras, en una camaradería de confluencias estilísticas y generacionales. Nombres como Hugh Fraser (Canadá), Warner Tiso, Victor Biglione y Leo Gandelman (Brasil), Luis Salinas (Argentina), Román Filiú, Aldo López Gavilán, Neysi Wilson, Ernán López Nussa, Habana Ensemble, Carlos Sarduy, entre muchos otros cubanos, fueron algunos de los más aclamados en los auditorios. También se reservaron conciertos para las guitarras, las trompetas y los pianistas en el jazz, como colofón de propuestas bien pensadas que exigieron el análisis selectivo de los espectadores ante la particularidad y el atractivo de cada día de festival.

Más allá del espectáculo, el Jazz Plaza ha creado un espacio para abordar el análisis teórico de los fenómenos inherentes al jazz en Cuba. Con este propósito sesiona también un coloquio en el que tienen lugar conversatorios, clases magistrales, conferencias, mesas redondas, donde se realizó la premier de los más recientes números de las Revistas Salsa Cubana y Clave, publicaciones especializadas en la música cubana.

Si habláramos de las memorias del festival, diríamos que tienen el privilegio de guardar sucesos muy especiales en los que el protagonismo de Chucho Valdés, cual gestor de “maravillas” ha estado presente. No podemos dejar de mencionar las dos presentaciones del concierto a 2 pianos “Chucho Valdés y Michel Legrand” y la Gala Clausura “Homenaje a Mayra Caridad Valdés, espectáculos de un elevadísimo nivel artístico y de gran emotividad, que levantaron al auditorio de sus asientos en sentidas ovaciones llenas de agradecimiento.

Así transcurrió el Jazz Plaza 2004, acogido por una Habana bohemia e invernal que lo recibe cada vez como uno de los festivales más interesantes del jazz en América Latina. Sin esquemas fijos y con un gran impulso creativo ya se esbozan ideas para este 2005 en el que el jazz volverá a ser motivo de encuentro para los que asumen y defienden la buena música.